Te llevaré siempre

By Ángela - mayo 11, 2017

Estamos de lleno en la I Semana Europea del Porteo  (del 8 al 14 de mayo) y quería escribir sobre nuestra experiencia con el porteo. El lema de esta semana es "te llevaré siempre"

Para nosotros el porteo llegó en el embarazo, ya teníamos claro que queríamos portear y nos regalaron un fular precioso de bambú y algodón de rayas. Estuvimos practicando y cuando nació nuestro primer hijo no nos apañábamos muy bien con él. Así que compramos un híbrido entre fular y mochila y empezamos a portearle con tres semanas escasas de vida, con algo de inseguridad y más amor aún.

Recuerdo esa sensación de sentirme como embarazada,de mirar a mi bebé y enamorarme por instantes, de notar mi pecho llenarse de leche y de amor a la vez... y también, de poder seguir con las obligaciones de antes sin dejar de atender la necesidad principal de mi hijo: el contacto.

A mi chico le decía que si quería experimentar una sensación parecida al embarazo, portear era lo que más se asemejaba. El día que lo porteó por primera vez tenía una cara de felicidad indescriptible.


Nos fuimos animando con el fular y probamos otros portabebés. Así llegó una mochila, un mei-tai hecho a mano por un buen amigo, una bandolera y, finalmente, una mochila toddler para cuando fue más mayor (es la que utilizamos ahora).


Hemos porteado en diferentes situaciones, desde casa, en la calle, en el campo,en la playa, en un concierto, en el teleférico, en las barcas de la Casa de Campo...

Cuando la gente me pregunta cómo puedo portearles con lo que pesan, siempre respondo lo mismo:cojo a mis hijos en brazos a diario y mi cuerpo está acostumbrado a ese peso, ya que ha sido progresivo.

El porteo ha sido uno de los grandes descubrimientos de mi maternidad y un imprescindible en nuestro día a día.


P.D:A lo largo de esta semana iré subiendo fotos porteando con distintos portabebés ergonómicos.


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